De pronto, la niebla amenazaba con poseerme. Lo consiguió y de un momento a otro estuve inmersa en ella.
No es agradable estar allí, empapada por la humedad, sin la compañía del calor. Pero éste también se había desvanecido. El calor y el frío se habían ido.
Yo, por supuesto, me mantenía de pié, como siempre, intentando demostrarme a mi misma que tengo la fortaleza suficiente para seguir adelante.
Pero no se ve absolutamente nada cuando te posee una nube, y menos una tan oscura como aquella.
No notás nada de lo que ocurre a tu alrededor. Sin embargo, escuchás tu respiración, ves el helado vaho que echás por la boca y sentís tus latidos llendo a una velocidad considerable. Ya no sabés si está latiendo con más fuerza por estar a punto de colapsar o porque está precalentando para un por venir mejor.
Siempre que llovió....paró!
ResponderEliminarDespués de la lluvia....SIEMPRE sale el sol!!!!
Gracias. (:
ResponderEliminarNo se quién sos, pero gracias :)
Lindas palabras de aliento.